Esta caja la tenía del año pasado y como quería regalar un vino a unos amigos, pensé que podía reciclarla.
Así que primero la lijé un poco y luego le di una mano de imprimación ( las fotos de los primeros pasos no las tengo, jajaja, se me olvida siempre), luego una mano de acrílico marrón y ahora sí están las fotos.
Después de pintarla de marrón, le di una mano de craquelador ( vertí un buen chorreón y lo fui extendiendo con los dedos, en forma de círculos). Cuando se secó, uma mano de pintura acrílica color crema, sin pasar dos veces por el mismo sitio.
Ahora y una vez seco todo se pega la servilleta. Al principio usé medium, pero se me rompia por algunos sitios, así que seguí pegando con cola en spray y me fue mejor.
Ahora había que esponjear los dibujos, para darle un poco de profundidad y poner el letreo. Éste lo calqué con papel carbón.
Perdón me equivoqué de barniz, éste no es. Yo utilicé el brillante para darle el toque final, dos o tres pasadas.
Y este fue el resultado, ya le queda meterle la botella y va para regalo.
Una idea por si alguien la aprovecha, ¡que no se puede tirar nada!